Este ha sido probablemente uno de los días más felices de mi vida. Que reconozcan tu trayectoria profesional es siempre un halago y si lo hacen tus compañeras de asociación, todo un honor.
Un día con cuarenta y muchos, y después de toda una vida trabajando, los últimos 24 años junto a las mismas personas, decidí, por circunstancias de la vida, cambiar mi rumbo laboral. Era un gran paso y daba vértigo, pero a la vez sentía que era el momento perfecto para hacerlo.
Lo que no esperaba era la llamada que recibiría a los pocos días. La presidenta de ARAME, María López, me comunicó que yo era el premio ARAME 2022 a la Trayectoria Profesional y no podía creérmelo.
¿De verdad, María? ¿De verdad? Creo que lo repetí como unas 5 veces, estaba en shock. Al principio te preguntas por qué y si por qué se han fijado en ti para este premio y si realmente te lo mereces. Pero en los 10 días siguientes hasta la gala, vas poniendo los pies en el suelo y te lo empiezas a creer.
El día de la gala, vuelves a subir a una nube, es como si todo a tu alrededor fuera parte de una película, pero de nuevo bajas a la tierra, empiezas a recibir mensajes de tu gente más cercana felicitándote y de otra gente que no conoces, pero que quieren conocerte, escucharte y sobre todo darte una oportunidad en el mundo laboral.
Así que este premio ARAME 2022 A LA TRAYECTORIA PROFESIONAL, fue para mí el comienzo de una nueva etapa que encaro con mucha fuerza y sobre todo con mucho orgullo.
El premio me hizo saber que había elegido bien, y que mi profesión es por vocación. Que todas las experiencias acumuladas, buenas y mala, durante tantos años, eran el motor para arrancar este nuevo proyecto, tan soñado, como consultora freelance. Y que esta vez, el objetivo era ayudar a otras empresas a afianzar y hacer despegar sus negocios.
¡GRACIAS ARAME!